David

El milagro de la terapia de movimiento rítmico y la terapia visual, increíble pero cierto.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos profesores educadores de David y en especial a Víctor, la persona que dio con el QUID de nuestro hijo.

David es nuestro hijo, es un niño que acaba de cumplir este mes de noviembre los 7 años, y es el mediano de 3 hermanos (tiene una hermana mayor, y un hermano pequeño).

Desde pequeño era un niño alegre, cariñoso y especialmente sensible, pero también era un poco especial con respecto a sus hermanos y otros niños. Por ejemplo:

• Le gustaba mucho dormir (por cualquier sitio se nos dormía, era capaz de bajar por un tobogán echarse al suelo y quedarse dormido), esto sobre todo se acentuaba en el coche. Se quedaba totalmente dormido y no había manera de despertarlo.
• No conseguíamos despegarnos de él. Parecía sentirse inseguro y casi siempre tenía que ir de la mano, aunque fuese un sitio tranquilo y sin peligro.
• Era muy maniático con algunas cosas y tenía que ser como él decía, a modo de ejemplo tenía que tener las zapatillas perfectamente colocadas junto a su cama, si se despertaba por la noche y no las tenía se enfadaba y hasta que no las tenía no volvía a dormirse.
• No le gustaba pintar, ni hacer puzles ni encajables, ni recortar…. Sus hermanos a su misma edad les encantaba, pero él no quería hacerlo. Enseguida levantaba la cabeza y se negaba, pensábamos que era un poco vago.

Siempre ha sido un niño que ha realizado ejercicio físico deportivo dado que en la familia somos aficionados al deporte. Desde muy pequeño empezó a hacer natación (con menos de dos años) y a jugar al tenis.

David ha sido un niño para las personas que no están con él a menudo normal para su edad, pero los que estábamos con él todos los días nos dábamos cuenta de que algo le sucedía que hacía que fuera un poco diferente a los demás.

Durante el primer curso de Educación Infantil empezaron los problemas en el colegio. En primer lugar, no sabíamos si era diestro o zurdo y tardó mucho tiempo (más de lo que se considera normal) en definir su lateralidad. Cogía el lápiz con la mano que más cerca tenía, es decir si tenía un dibujo pintaba la mitad con una mano, y la otra mitad con la otra. No conseguía escribir su nombre por más que lo intentábamos (en el colegio nos indicaron que le teníamos que dejar, que tarde o temprano se definiría, pero estuvo todo el año sin hacerlo y eso hizo que no sabía prácticamente hacer nada ni con una mano ni con otra). Tampoco sabía contar más allá del número 2, no distinguía entre círculos, cuadrados, triángulos…

A esto le sumamos que en una revisión médica le diagnosticaron que tenía problemas de convergencia con la vista y falta de tono muscular en los ojos (estrabismo divergente).

Nosotros pensábamos que como había nacido en noviembre era normal cierto retraso con respecto a sus compañeros (incluso siempre ha sido un niño bastante pequeño y delgado). La profesora nos mostró su preocupación y nosotros en casa estábamos constantemente encima de él para que aprendiera. Por ejemplo, era muy curioso que él no supiera contar y su hermano que tiene dos años y medio menos sólo de escucharnos cuando se lo decíamos a David se pusiera a contar sin preguntarle muchos (esta circunstancia nos ha pasado con más cosas, siendo que a su hermano no se las enseñábamos, sólo de escuchar lo que decíamos a David su hermano se las aprendía).

En segundo curso de infantil los problemas se agravaron, la profesora nos llegó a indicar que David llevaba más de un año de retraso. La verdad es que ya no sabíamos que hacer. En el colegio lo valoraron los especialistas y nos indicaron que estaba dentro de los parámetros considerados normales para un niño de su edad

Desde que empezó el tercer cuso de infantil lo llevamos a un Gabinete especializado en niños con problemas de aprendizaje. Le hicieron un estudio y un trabajo individualizado. Pero la verdad es que no sirvió de mucho. También lo valoraron en Servicios Sociales y nos indicaron que el niño tenía unos valores suficientes para su edad (lo de siempre David lleva un desarrollo normal para un niño de su edad).

La profesora de David de educación infantil nos ayudó muchísimo, le hacía un trabajo especializado y consiguió que lo volvieran a valorar en el colegio. Nos consta que hizo todo lo posible por David y le dedicó mucho tiempo y esfuerzo. Ella nos decía que no sabía lo que le pasaba a David, pero que algo le pasaba. Consiguió que lo volvieran a valorar en el colegio y la orientadora tras varias sesiones y entrevistas con nosotros para la elaboración del informe nos dijo algo nuevo y que nos dio un halo de esperanza podía ser que hubiéramos encontrado de una vez por todas la raíz del problema de nuestro hijo. Nos indicaron que lo debía valorar un médico optometrista por que presentaba indicios de lateralidad cruzada, (como imaginareis no teníamos ni idea de lo que significaba así que a investigar por Internet)

En el colegio no nos supieron recomendar ningún médico optometrista y, además de buscar por internet información, preguntamos a una amiga de la familia que es profesora en un colegio de Zaragoza. Ella nos recomendó que visitáramos a Víctor Olloqui, nos indicó que le había derivado varios niños de su colegio y los resultados habían sido excelentes.

En abril de 2012 empezó a verlo Víctor. La verdad es que fue empezar a trabajar y David empezó poco a poco a mejorar (en el colegio los educadores que trataban con David nos dijeron que en todos los años que llevaban de experiencia profesional habían observado una evolución tan rápida y sorprendente).

Víctor nos indicó una serie de cosas que al fijarte y observarlo tenía razón, por ejemplo:

• Nuestro hijo aún presentaba reflejos primitivos de su etapa de bebé
• Le costaba mucho bajar escaleras, las bajaba poniendo los dos pies en el mismo escalón y siempre nos daba la mano. En cambio, no tenía problemas para subirlas.
• No sabía subir por columpios que su hermano pequeño subía. Es decir, en un columpio de los que hay en los parques infantiles no sabía subir o le costaba mucho. Su hermano pequeño era capaz de subir enseguida. David se quedaba pensando como subir.
• El niño no era capaz de juntar los ojos. Se supone que esa razón era por la cual cuando le poníamos a escribir (o pintar o lo que sea) enseguida levantaba los ojos del papel. Y nosotros pensábamos que era vago e incluso en varias ocasiones nos habíamos enfadado con él.

Algunos cambios fueron desde el primer momento, por ejemplo:
• Dejo de dormirse tan pronto, lo montábamos en el coche y ya no se dormía. Este cambio lo observamos desde el principio.
• Empezó a dejar de querer estar tanto con nosotros. Poco a poco quería hacer las cosas por sí sólo y cuando íbamos a algún sitio se nos alejaba o nos decía que quería ir sólo.
• Víctor nos dijo que le cambiaría el carácter y así fue. Era como si se reafirmará y eso hizo que en casa tuviéramos varios problemas con sus hermanos.

En el curso 2012-2013 empezó el primer curso de Primaria sin saber las letras minúsculas y las mayúsculas sin estar afianzadas. Y ya no hablamos de los números eso para él era un mundo Las profesoras estaban muy preocupadas. Esas navidades ya se las sabía y empezó a leer silabeando. La evolución había sido increíble, aunque lógicamente el retraso era muchísimo. A final del curso consiguió aprobar las asignaturas de matemáticas y lengua.

Actualmente (noviembre de 2013) David lleva trabajando con Víctor Olloqui año y medio. La evolución ha sido increíble. Poco a poco va alcanzando a sus compañeros, aunque seguimos con algunos problemas. Honestamente tengo serias (bastantes) dudas de que no repita a final de curso. No sabemos si va a lograr superar los objetivos mínimos del curso máxime cuando el colegio es bilingüe en algunas asignaturas.

Víctor Olloqui nos comentó que nuestro hijo se había saltado etapas de su desarrollo que le impedían ser como los demás niños, y eso había hecho que tuviera sin desarrollar su sistema nervioso, nos comentó que sus dos hemisferios cerebrales estaban desconectados, por este motivo desde su primera visita nos mandó unos deberes que nos los teníamos que tomar como inexcusables a diarios, Era realizar parte de los ejercicios de TERAPIA DE MOVIMIENTO RITMICO, una vez empezó a realizarlos la escritura de nuestro hijo sorprendentemente dejó de ser en espejo el tamaño de sus letras ya eran todas iguales, la evolución había sido sorprendente. En cuanto al deporte más de lo mismo ya conseguía tener una coordinación con su cuerpo y un control de sus movimientos.

Ahora actualmente es muy curioso porque los días festivos que intentamos hacer los deberes por la mañana cuando empieza es como si su cerebro estuviera apagado, le ves que intenta hacer las cosas, pero su cara tiene una expresión de frustración, está como bloqueado, entonces no pasan ni 5 minutos y empieza a hacer los ejercicios que antes le resultaban imposibles y los hace con fluidez.

Mi mujer y yo hemos pensado muchas veces cuáles han sido las razones de lo que le pasa a David. Víctor nos explicó que David le faltaba la etapa de los 6 meses a los 18 meses de desarrollar en la que los niños gatean, cogen el equilibrio, dan vueltas por el suelo… entonces nos vino a la cabeza una duda que siempre habíamos tenido. David en ese período había ido a una guardería, lo dejábamos a las 08:00 de la mañana y lo recogíamos a las 15:30. Era un niño muy bueno y era el más pequeño del grupo con diferencia (al ser del mes de noviembre). Siempre pensamos que las monitoras lo dejaban en la hamaca mientras atendían al resto de niños que empezaban a andar, a llorar, etc. Creemos que David al no llorar y estar siempre contento lo dejaban en la hamaca. Esto lógicamente lo empezamos a deducir con el paso de los meses y no lo sabemos con certeza, pero creemos que fue así. A esto se sumaba que a nosotros en casa se nos dormía muy muy pronto. Pero claro se supone que los niños pequeños es normal que necesiten descansar…. El último curso de guardería lo cambiamos por nuestras dudas.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos profesores educadores de David (tanto la profesora que tuvo en Educación Infantil, como a las actuales) y en especial a Víctor. A la persona que dio con el QUID de nuestro hijo.

MUCHAS GRACIAS VÍCTOR.

Los padres de David.